PODRÍAMOS DEDICAR ESTA ENTRADA A DAR LA BIENVENIDA AL 2014. A desearos que os traiga mucha salud, trabajo y amor. En realidad lo queremos, pero al echar un vistazo a la prensa esta mañana, había algo más importante sobre lo que hablar.
El Correo de Andalucía deja de publicar anuncios de prostitución. El hecho es importante por dos cosas. La primera es que se cierra una vía a la comercialización de las mujeres. No, no hablamos del acto de la prostitución en sí. La práctica es una cuestión personal y respetable. Eso sí, siempre que se haga como decisión propia y con absoluta libertad. Y aquí es donde viene el problema.
Cabecera de El Correo de Andalucía
Las mafias y la explotación sexual son realidades a día de hoy. Es probable que detrás de todas las ofertas que aparecen en la sección no haya grupos, pero sí en muchas. Y por muy rentable que sea este tipo de publicidad, a un medio de comunicación se le exige responsabilidad social.
La segunda cuestión que da importancia al tema lo explica el editorial que publicó ayer El Correo: “La medida supone un intento de ser coherentes con nuestra propia línea editorial, muy comprometida en una cuestión de gran calado social y tras la que hay historias personales cargadas de dramatismo”. Es simple. Coherencia.
El periódico mantiene una postura contraria al negocio de la prostitución. Desde sus páginas se defendía la necesidad de acabar con el sometimiento y la explotación sexual, pero al final del diario se incluía esta publicidad. También los lectores se quejaron más de una vez. Por todo ello, y a pesar de las consecuencias económicas, El Correo ya no incluye este tipo de anuncios.
Con esta entrada destacamos la acción del decano de la prensa sevillana por eso mismo, por la coherencia. Cualquier empresa debe comprometerse con lo que dice defender. Los principios que construyen los cimientos de una marca deben estar presentes siempre. Y hay que rectificar cuando los dejemos de lado. Para generar confianza hay que dar ejemplo, tenemos que retratarnos como fieles a nuestras ideas a pesar de las consecuencias. Bien por El Correo de Andalucía.
Ahora sí, ¡esperamos que hayáis entrado con muy buen pie en 2014!
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