Aquí siete consejos para iniciar, estimular e inspirar la innovación en el quehacer diario de tu empresa.
1. Escucha y compromete a todas las personas de tu empresa, lo que implica hacer preguntas y estar dispuestos a aceptar las propuestas, aunque a priori parezcan demasiado innovadoras.
2. Establece un proceso que permita gestionar y medir las iniciativas que vayan surgiendo. Fija objetivos SMART : Specific (Específicos), Measurable (Medibles), Achievable (Alcanzables), Realistic (Realistas), Time-based (Acotados en el tiempo).
3. Escoge dos o tres medidas fáciles de implementar: ya sea que la creatividad tenga un ritual semanal, una pared de ideas disponibles para todos o la creación de un comité de innovación.
4. Fomenta la audacia y la asunción de riesgos, porque para llegar a innovar y transformar los modelos de negocio, tenemos que aceptar tener que lidiar con el cambio y lo desconocido. Debemos fomentar la confianza en el equipo e invitarlos a salir de su zona de confort.
5. Permite y acepta errores y fallos. No se puede fomentar la asunción de riesgo si existe miedo a la equivocación, así que para fomentar la audacia y la asunción de riesgos, hay que aceptar las equivocaciones. Eso sí: hay que aprender de ellas y luego continuar en el proceso de innovación.
6. Iniciar un concurso de innovación interna en el que participen los empleados de todo niveles y todos los servicios, lo que enriquece el proceso y hace surgir los puntos ciegos de la empresa a la superficie.
PD: Además de generar esas ideas geniales tendrás que llevarlas a cabo, así que ánimo para la tarea y la transpiración 😉