LOS PEQUEÑOS GESTOS son los que marcan la diferencia. Sobre todo cuando es una de las mayores multinacionales la que los realiza. Mi abuela murió hace un año y medio. Hace poco podía ir a verla a Google Maps, pero ya la han borrado . Así contaba la tuitera @carmen_pacheco cómo la constante evolución de las tecnologías hace cambiar la vida de las personas.
El servicio Google Maps, y en concreto la funcionalidad Street View, permite recorrer virtualmente las calles y carreteras de todo el mundo. Y esta era la forma en que Carmen recordaba a su abuela, una señora mayor que salía en las imágenes captadas por Google en una calle de Almería. Hasta que Google actualizó su banco de imágenes y la anciana desapareció.
Un simple tuit de Carmen (no era una queja, solo una reflexión) puso en alerta a Google que, un mes después y con un entrañable gesto, devolvía a Carmen la imagen de su abuela. A la vez adjuntaba un enlace al blog de la compañía donde se presentaba ‘la cápsula del tiempo’, la nueva función de Street View para ver paisajes en el pasado (de 2007 en adelante). Una estrategia de marketing redonda: humanidad y oportunidad para presentar un nuevo producto.
Las historias más personales y sencillas pueden convertirse en auténticos valores de marca. Es el caso de Google, que, con un pequeño gesto con una usuaria, ha demostrado que detrás de las empresas siempre hay personas. Da igual lo internacional que sea o el márketing que se quiera hacer con un caso en concreto. Y eso siempre se nota y se agradece.
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