Ya hemos comentado en varias ocasiones la importancia que debe tener para toda empresa, sea grande, mediana o pequeña, tener una estrategia en las redes sociales. Hay que existir en las redes, igual que se tiene que tener una política editorial y de marketing en los medios tradicionales.
Para definir nuestro proyecto hay que hacerse unas preguntas clave: ¿cuál es el mensaje que quiero transmitir, a qué audiencia, por qué canal?
Una vez resueltas esas incógnitas hay que tener claras cuatro fases estratégicas en las redes sociales:
1) Captar la atención del usuario, dándole contenido de interés.
2) Fomentar la generación de opiniones sobre nosotros mediante la estimulación de la comunidad, invitándola a mostrar su satisfacción.
3) Publicar es discutir.
4) Fomentar el intercambio de forma moderada e inteligente.
Para todo ello es esencial saber cómo escribir en las redes sociales y en los medios digitales que tenemos a nuestro alcance. Por ello hay que recordar que leemos aproximadamente un 25% más lento en la pantalla que en papel y que sólo el 16% de los lectores en la web leen el contenido completo, el resto de los usuarios se limitan a escanear las páginas con la mirada, en busca de artículos interesantes.
Una frase de menos de doce palabras se asimila mejor que largas parrafadas con palabras complejas.
Por tanto, debemos escribir frases cortas respetando puntuación y seguir las reglas simples: una frase = una idea.
¿Y cuándo y con qué frecuencia para publicar?
Adoptamos a diario el modo «multipantalla»: ordenador, TV, tabletas, teléfonos inteligentes, etc., nuestro mundo está invirtiendo cada vez más tiempo en esas herramientas que dan forma a nuestra relación con los demás y con la información.
Es importante entonces pensar en el contexto en el que nos van a leer cuando publiquemos: a primera hora de la mañana, tiramos de móvil (en casa mientras desayunamos antes de salir a trabajar o a estudiar, en el camino en transporte público…). En horario laboral, en el ordenador. Y ya a partir de la tarde volvemos al móvil o echamos mano de la tableta, o continuamos con el ordenador de casa.
El uso de las estadísticas de Facebook y Twitter permiten elegir las mejores horas para según qué publicaciones. Para hacer que sean efectivas, debemos dominar el arte del tiempo: llevar el contenido correcto en el momento correcto, todo ello con una frecuencia que tiene que depender de la plataforma utilizada.
¿Cómo moderar?
¿Es un universo despiadado el de la web social? No necesariamente: el truco es saber reaccionar adecuadamente, sabiendo que representamos a la empresa y que debemos preservar su imagen.
Debemos ser capaces de proporcionar la respuesta adecuada a cada tipo de comentario: un comentario positivo, un comentario en la forma de una pregunta, un tipo de comentario troll o un comentario negativo.
Todos los usuarios de las redes sociales tienen que respetar algunas reglas de conducta, empezando por el administrador de la comunidad. Así, hay que tener una serie de valores:
- – Transparencia, sin revelar el secreto profesional
- – Autenticidad, desterrar los falsos comentarios y opiniones falsas
- – Legalidad
- – Privacidad de las personas involucradas
- – Alta especialización
- – No dejarse llevar por las emociones
En conclusión, toda empresa o institución deben tomar decisiones sobre el tema de las redes sociales en su quehacer diario. No estar interesado es una opción que probablemente resultaría más costosa en el largo plazo, por lo que hay que plantearse cada día una serie de cuestiones que ayudarán al negocio si sabe responder adecuadamente y que servirán para construir esa estrategia desde la base.
