LA SENCILLEZ A MENUDO DA MEJORES RESULTADOS. Situaciones cotidianas, humor, una frase con gancho, y ya tenemos el combinado perfecto. Eso habrá pensado Loterías y Apuestas del Estado para publicitar el Sorteo de El Niño del próximo 6 de enero. Tras el revuelo causado por el anuncio de la Lotería de Navidad –sí, aún siguen circulando parodias en la red-, la empresa cambia el estilo.
El anuncio resulta simpático. Muchos nos vemos reflejados en las escenas que describen unos abuelos agotados tras las fiestas. Caos, compras, preparación de comida, familias que se reúnen y superan la veintena, zambombas, bailes o confeti. “¡Y ahora vamos a por el niño!”, dice ella. E inevitablemente te saca una sonrisa. Y ya está, un anuncio corto, sencillo, y mucho más productivo para la marca.
Debe tenerse en cuenta que el anuncio del Gordo es uno de los más esperados del año. Los españoles suponen que van a encontrar un mensaje de ilusión y magia acorde a las fechas. Pero este año no salió tal y como estaba previsto. Loterías, aunque no perdiese compradores por ello, puso en riesgo la imagen construida durante tantísimos años. La pretendida espectacularidad jugó una mala pasada. Y ahora llega El Niño y mejor no arriesgarse.
En muchas ocasiones, tener un buen resultado para nuestra empresa depende de cosas simples. Apostar por las ideas sencillas pero con sentido. Atreverse a mirar con un poco de humor. Empatizar con lo que diariamente vive nuestro público. Pararse a pensar qué querrán ver de nosotros. Aspirar a calar en profundidad en vez de en inmensidad… ¿Seguimos?
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