Parece que en SEO, se le da poca importancia al contenido: se escriben textos repletos de palabras clave que suponemos relevantes, y esperamos que los usuarios hagan clic en ellos.
¿La calidad? Puede resultar secundaria. Sin embargo, nada de lo anterior es cierto. Al revés: el valor de los contenidos publicados es un objetivo en el SEO.
El editor web y la empresa que lo utiliza para escribir sus textos tienen el mismo objetivo: llegar a un máximo de usuarios en Internet. Para los primeros, son los lectores; para el segundo, son los clientes. En ambos casos, el objetivo es convencerlos para que permanezcan en la página, que lean hasta el final, y -lo ideal- que continúen navegando por otras secciones del mismo sitio y /o convertir su clic compra.
La calidad del contenido del texto propuesto es la fuente de la fidelidad de los lectores y, por tanto, de los clientes. Este es el punto clave de una estrategia de SEO, en la medida en que los motores de búsqueda no sólo analizan las palabras clave en bruto, sino que también se fijan en la semántica. Tampoco vale un sitio web con una estética pulida, velocidad en la carga y las imágenes a 40 millones de píxeles si no hay contenido.
Lo que necesita un buen contenido para “enamorar” a Google o a Bing es que sea capaz de proporcionar a sus usuarios respuesta a lo que buscan, es decir, contenido pertinente y de calidad.
La visibilidad y el posicionamiento son valores intrínsecos de la reputación. Si todo tu contenido es bueno para ser compartido, se gana en reputación. Con una base propia de contenido de la calidad, un sitio web se convierte gradualmente en un experto en su campo, se gana en valor intrínseco y atrae a más usuarios interesados en compartir su experiencia.
Pero, ¿qué es un buen contenido?
- Un artículo bien escrito.
- Cuyo contenido no ha caído del cielo.
- Y que evita la información incompleta o errónea.
Además, un buen escritor cita sus fuentes y ofrece algunos enlaces que permiten completar la información. La escritura debe de ser clara, precisa, legible por todos, y el escritor tiene que ser lo suficientemente bueno para tentar a los lectores a desplazarse por la página de un solo artículo.
El SEO no solo consiste en atraer la mirada de los motores de búsqueda; también es una manera de convencer a sus visitantes a quedarse en su sitio web, compartir su contenido, y, finalmente, en convertirse en clientes.
