Las redes sociales se han convertido en un nuevo espacio de promoción, ventas e interacción con los clientes, clientes potenciales, socios y público en general. Si tienes un negocio, una start-up, una organización sin ánimo de lucro o eres una institución o incluso una figura pública, las redes sociales están ahí para aumentar el número de canales para llegar a un destino: tu comunidad.
Cada cierto tiempo no está de más recordar que en el despliegue de nuestra presencia digital podemos comentar ciertos errores, aunque tengamos experiencia en el tema.
1-No tener una estrategia específica para redes sociales. Y eso implica:
Definir los objetivos en el despliegue de las redes sociales.
Crear elementos de identidad que se utilizarán en nuestra comunicación en las redes sociales.
Determinar un plan de acción y un calendario.
Definir la evaluación de la propia estrategia digital.
2-No abrir perfiles sin ton ni son en todas las redes habidas y por haber.
El objetivo es establecer una comunicación constante, sostenible y de calidad a través de un canal que adopta a nuestro objetivo. No es raro ver a las marcas con cuentas abiertas que luego se abandonan. Las razones para no estar por estar:
- No se alcanza la suficiente rapidez o el número necesario de miembros.
- El feedback no es el esperado.
- No hay suficientes recursos humanos para gestionarlas.
- Poca actividad en la propia organización como para alimentar tantas redes.
3-Adquirir falsos seguidores
Si observamos algunas cuentas veremos que hay una clara diferencia entre el número de seguidores y el nivel de interacción de estos con las publicaciones. La consecuencia es que la inversión no se refleja en la popularidad. Esto puede ser por varias razones:
- Los seguidores lo hacen como si siguieran a una revista de prensa.
- Están interesados en la marca (o la persona) pero no en sus publicaciones.
- O se pagó por la obtención de los seguidores.
4-Autobombo
Si todas tus publicaciones se centran en ti puedes llegar a resultar monótono. Uno cae rápidamente en la redundancia, por lo que la interacción disminuye. Uno puede preguntarse por qué hablar de otros, sobre todo si no nos da nada a cambio. La respuesta es sencilla: lo haces por ti. Y porque compartir es vivir.
Si la información proporcionada por otro es interesante, estimulante o de entretenimiento, nuestra comunidad se beneficia.
5-Tener un uso excesivo e inconsistente de hashtag o utilizarlos en redes donde no son útiles
Son muy útiles para mejorar nuestra visibilidad y hacer búsquedas de un público objetivo. No está de más recordar algunos consejos sobre su uso:
- Todas las plataformas no incluyen el uso de hashtag. En LinkedIn, por ejemplo, es inútil.
- No componer frases con hashtags.
- No multipliques los hastags, salvo en Instagram que lo mínimo son tres.
- Utiliza hashtags en consonancia con tu campo de trabajo o el tema de tu negocio. La tentación es muy fuerte y a veces se cae en entrar en una tendencia en Twitter que ni nos va ni nos viene.
6-No satures
Todos los expertos lo dirán, hay un ritmo óptimo para las publicaciones que varía según la plataforma y la propia marca. Este ritmo puede aumentar para el monitoreo en tiempo real de un evento o si se ha iniciado una discusión.
7-Si se descuida la interacción, las redes sociales pierden el sentido
Si creas una cuenta es para estar más cerca de tu objetivo. Esto significa interactuar con él:
- Responder a sus preguntas.
- Reaccionar a las críticas, aunque sean negativas.
- Asesora y orienta.
- Informa y tranquiliza.