NADA SE PIERDE, TODO SE TRANSFORMA. O eso cuenta Jorge Drexler. Y probablemente tenga razón. Una de las cosas más satisfactorias es ver cómo lo sembrado da sus frutos, obtener resultados. Todo aquello por lo que apostamos nos deja un beneficio, incluso cuando no sale como esperábamos. Apostar, arriesgar o llamémoslo como sea. Dejarse llevar por una corazonada, por el alma. Hoy somos breves pero concisos: ninguna acción cae en saco roto, ¿a qué esperas para ponerte en marcha?
Tags: alma, comunicación, estrategia, jorge drexler, motivación, música